Dos hitos del 'espacio comercial'

JULIO MIRAVALLS
Esta semana se han alcanzado dos hitos relevantes para la carrera espacial comercial. El jueves llegó a la Estación Espacial Internacional, por primera vez, un nuevo modelo de transporte para astronautas, la cápsula Starliner, construida por Boeing, con dos tripulantes a bordo. Aunque hay que advertir que el viaje tuvo problemillas con el encendido del motor de la nave y llegó con retraso sobre el horario previsto. Como si fuera la Renfe viajando a Extremadura.

Tras haber sufrido una travesía del desierto por la jubilación anticipada del transbordador espacial, lo que dejó a la NASA sin medios propios para llevar astronautas desde 2011 hasta 2020 y obligada a contratar plazas en las Soyuz rusas, ahora cuenta con dos naves americanas para viajar a la ISS, la nueva de Boeing y la de SpaceX.

Y puede que pronto esté también disponible la nueva Starship de SpaceX, que por fin logró completar un lanzamiento de ida y vuelta, con amerizaje y sin reventar (y sin tripulantes). Dice Elon Musk, en un alarde de optimismo, que con ella se podrá viajar a Marte.
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